27/11/09

El curioso caso de Nicolás Frutos

Una tarde de verano, mientras me relajaba viendo la televisión, me dispuse a ojear una guía, una guía futbolística; sí, la mítica que reúne prácticamente 400 páginas. La guía era de 2003, y tras observar uno a uno la mayoría de los clubes me detuve en un equipo de la segunda categoría, la Unión Deportiva Las Palmas, y más concretamente en un futbolista, un joven y prometedor goleador argentino, que acababa de firmar por el equipo canario, al que en principio no reconocí, aunque posteriormente me detuve de nuevo, ví la foto otra vez, me fijé más aún en la cara y volví a ver el nombre, y sí, era el mismo nombre, la misma cara y el mismo físico que un futbolista que ahora es perfectamente conocido para mí.

Lo primero fue verificar si realmente era, o no, el jugador que creía. Tras comparar varios datos y las fotos comprendí que, efectivamente, en la Wikipedia aparece Nicolás Frutos, y la trayectoria mostraba que en 2003 fue futbolista durante una temporada del conjunto canario.
Si la coincidencia fuera con otros futbolistas probablemente no me hubiera extrañado, al ver el mismo nombre que un futbolista al cuál conozco, daría por seguro que es el mismo, no hubiera querido verificarlo, y hubiera pasado la página de mi guía para observar el siguiente equipo. Sin embargo, la situación pasada y actual de Nicolás Frutos no es para no dar importancia, el cambio es significativo, merece un buen comentario: la suerte, progresión y el impresionante cambio no admite prácticamente ningún caso similar.
Bien, previamente a firmar por el equipo canario, Nicolás Frutos tuvo algún momento glorioso en Argentina: su 1.95 y gran físico formaron un atacante diferente a los pequeños goleadores argentinos de renombre. Sin embargo, tras apuntar alto en Unión de Santa Fe, el progreso acabó ciertamente bloqueado. En uno de los grandes argentinos, en el gran equipo de la ciudad de Almagro, no fue titular, no aceptó un rol básicamente en el banquillo y decidió abandonar el club para reivindicar en Nueva Chicago lo que parecía totalmente olvidado.
En Nueva Chicago la suerte tampoco cambió, y únicamente colaboró con los compañeros en un partido, es decir, en un equipo menor de Argentina tampoco disfrutaba de minutos y el futuro de Nicolás era ciertamente difícil, el argentino afrontaba un momento duro, la máxima categoría argentina le vencía y él no convencía.
También duro es habitualmente el primer mes del año, aunque a Nicolás Frutos el mes de enero de 2003 probablemente le parecería totalmente benigno. Posteriormente a atisbar un agujero negro en el panorama futbolístico, el argentino vislumbró una ráfaga luminosa: un equipo de la mejor competición futbolística quería contratarle, la Unión Deportiva Las Palmas, el equipo canario viajó y le firmó.
Como comentaba, Nicolás Frutos vislumbró una ráfaga, únicamente una pequeña ráfaga luminosa, puesto que tras seis meses en el conjunto canario retornó a Argentina, no cumplió nada de lo previsto: con la paciencia que depositó el club en él, el empeño económico de la directiva canaria, prácticamente asegurarle un puesto como titular… disfrutaba de todo para mostrar su valía en la recta final de temporada, sin embargo un gol en 18 partidos resume la pobre actuación de Nicolás Frutos.
La afición amarilla se preguntaría acerca de quién sería el “iluminado” que vio en el argentino el goleador que buscaba el club, quién reforzó el equipo con este jugador para volver a la máxima categoría como objetivo, comentarían el bajo rendimiento y lo poco aportado por el jugador, muy decepcionados gustarían de arreglar cuentas con el director deportivo.

Volvió a Argentina, fue en Independiente donde volvió a retomar el camino que correcto, y algo en él cambió, algo cambió de tal manera que modificó radicalmente el resto de su futuro.
El caso es que volvió a Argentina un futbolista cambiado, más maduro, totalmente cambiado. Volvió aquel futbolista que disfrutaba mientras marcaba goles, remataba todo por alto, bajaba la pelota y abría a los extremos, ganaba la posición fácilmente a cualquier central, volvía aquel futbolista diferente a lo que normalmente acostumbra la grada argentina. ¿Qué le ocurrió?, ¿fue el clima canario?, ¿fue una anomalía en el vuelo de retorno a casa?, ¿Qué extraña circunstancia le aconteció para dar semejante cambio?, creo que ni el mismo jugador contestaría, es uno de esos cambios difíciles de explicar, lo cierto es que a partir de ahí no paró.
Goles, goles y más goles. Tras volver anotó 7 goles en 17 partidos en el año 2004. La temporada posterior en el torneo apertura y en el torneo clausura, de la mano de un jovencísimo “Kun” Agüero, aumentó considerablemente las cifras, y acabó por sumar 19 goles en 28 partidos (10 en el clausura y 9 en el apertura). Aún no había concluido el torneo apertura cuando volvieron las atractivas ofertas europeas a revolotear sobre Nicolás Frutos.

Tras negociar los clubes, Nicolás Frutos firmó como nuevo futbolista de Anderlecht a finales de octubre, además mantuvo el rendimiento durante la segunda mitad de la temporada con la cifra de 9 goles. La consagración europea como un gran goleador fue la siguiente campaña, con 17 goles durante todas las competiciones, de forma que guió al Anderlecht a obtener de nuevo el campeonato doméstico. Además, el magnífico rendimiento de Nicolás Frutos, abrió la puerta a más jugadores argentinos afirmar con el club belga, como Biglia y Pareja, futbolista ahora mismo del Espanyol, dos futbolistas con un crecimiento extraordinario en los últimos años.
Tras dos grandísimas campañas, la mala suerte volvió a rodear a Nicolás Frutos, al final del año pasado una rotura de ligamentos rompió completamente al argentino. Era el peor momento posible, los días más amargos y negativos de toda la carrera, cuando el nombre de Nicolás sonaba a gran volumen para formar el ataque de algún gran club europeo, cuando vivía el mejor momento deportivo en el continente europeo.

¿Volverá la buena suerte a acompañar a Nicolás Frutos?, ¿le volveremos a ver reír mientras anota goles?, ¿volverá a exhibir el nivel mostrado durante las dos últimas temporadas? De momento, tras bastantes meses de recuperación, Nicolás Frutos volvió a reaparecer, jugar y marcar en la segunda previa de la competición europea, un buen síntoma de cara a volver por los antiguos derroteros, mientras que en la competición liguera va cogiendo ritmo día tras día, con el objetivo de volver a coger la forma.
Por cierto, el antiguo director deportivo de la Unión Deportiva Las Palmas, sí, el mismo que firmó a Nicolás Frutos en 2003 y que veía en él un goleador de gran nivel; sí, el mismo a quién bastantes aficionados preguntarían el lugar de dónde trajeron semejante jugador, el mismo a quién criticarían domingo tras domingo… ahora es el momento de que asome con la cabeza bien alta, devolver las preguntas… puesto que Nicolás Frutos de continuar actualmente en el equipo amarillo seguramente sería el mejor fichaje de los canarios de la última década.