La crisis que afecta a Argentina tiene su mayor reflejo en el fútbol. Si hablásemos de las cantidades que manejan actualmente, en muchas ocasiones podría parecer más un campeonato tercermundista que el torneo de más tradición en América, y la gran cantera del país, qué hasta ahora ha mantenido a flote a los clubes y ha sido el elemento más característico del fútbol argentino, no vive sus mejores tiempos.
La situación en el fútbol argentino es cada vez más limitada: las promesas no tienen más remedio que salir lo más temprano que pueden de su país para labrarse un exitoso futuro en Europa y poder asegurar su futuro y el de sus familias.
Además, cada vez son más los ojeadores que viajan para fichar a los jóvenes cuando aún son menores de edad, sin pagar ningún traspaso por ellos; y sí, esto es totalmente ilegal, pero si aparte de fichar al hijo te llevas también a los papás y al resto de la familia y les proporcionas un trabajo y una casa en la ciudad todo cambia radicalmente, pasa de ser ilegal a ser totalmente lícito y resolver el futuro de la familia.
¿Por qué hay poco dinero con los enormes traspasos que se pagan por muchos jugadores argentinos?
La respuesta es sencilla: Intermediarios, intermediarios y más intermediarios. La figura de moda en el mundo del fútbol es el intermediario, y en el futbol sudamericano más que en ningún otro. La diferencia que hay entre la cantidad del traspaso y lo que realmente llega a los clubes es abismal, tanto es así que en ocasiones al club de procedencia solo llega el 10% de los traspasos (en un traspaso de 20 millones de euros solo recibirían 2 millones), de esta manera es imposible mantener una buena economía en el club.
Las empresas de representación de futbolistas también tienen gran parte de los contratos de muchos jugadores, esto es, grandes empresas que adquieren los derechos de los jugadores y negocian con los mismos. En algunos casos juegan con el futuro de los futbolistas, como pasó con Tévez y Mascherano, a los que la empresa MSI envió al Corinthians y al West Ham previamente de dar su salto a un grande.
Gran parte de los jugadores argentinos tienen firmado la totalidad de su contrato con empresas de este tipo, no recibiendo sus clubes ningún beneficio por su traspaso. Por ejemplo, la revelación de los torneos apertura y clausura de esta temporada es Javier Pastore, mediapunta de Huracán y de 19 años recién cumplidos, en el que ya se han fijado muchos clubes europeos y cuyo contrato pertenece totalmente a una empresa de representación, por lo que Hurácan no recibirá nada a cambio cuando su mejor jugador abandone el club. Difícil situación para los clubes pequeños, que forman a los jugadores desde los 6 años y cuando llegan a su mejor nivel los pierden y, por si fuera poco, no reciben compensación alguna. Peor es la situación en el país cuando podemos comprobar que esto no solo afecta a los clubes pequeños, sino que también afecta a los grandes como Boca o River, que están sufriendo serios problemas económicos y no disponen prácticamente de dinero para destinarlo a la contratación de futbolistas.
Para contrarrestar todo esto, en las últimas temporadas se ha producido un hecho que no era tan habitual: grandes jugadores argentinos vuelven a su país.
La mayoría jugadores que tienen problemas de adaptación al fútbol europeo o que no fructifican y son cedidos, con casos como los de Barbosa (Estudiantes), Federico Higuain (Independiente), Somoza (Velez), Hilario Navarro y Bottinelli (San Lorenzo), Ponzio (River Plate) o Calandria (Gimnasia Jujuy), futbolistas jóvenes e importantes dentro del fútbol de su país y que mantienen un cartel alto en su país y con un futuro prometedor en la mayoría de los casos.
Pero, más que nada, debido a jugadores experimentados y contrastados a nivel mundial que tras su paso por Europa deciden volver a su país, que no retornan como puede parecer para retirarse allí, ya que vuelven a convertirse en los líderes de sus equipos, en jugadores franquicia que llevan a su club a lo más alto. Jugadores que salieron por la puerta grande para viajar a Europa a disputar los mejores campeonatos del mundo y que retornan también por la puerta delantera a su país, donde siempre les esperan con los brazos abiertos. Unos porque aman demasiado a sus colores, otros porque quieren volver con sus familias y a su tierra que tanto echan de menos, y otros porque han cumplido su ciclo en el fútbol europeo y ha llegado la hora de volver a casa; pero la con su vuelta están consiguiendo retomar el mando de sus clubes, de los mejores clubes del país, y mantenerlos en las posiciones punteras de su liga y en las últimas rondas de la Copa Libertadores y la Copa Sudamericana, consiguiendo contrarrestar la pérdida de las perlas argentinas que no han podido disfrutar. Futbolistas como Riquelme, Palermo y "el pato" Abbondanzieri en Boca, Juan Sebastián “la brujita” Verón en San Lorenzo, Lukas Bernardi en Newells´s, Kily González en Rosario Central o el “burrito” Ortega en River Plate han conseguido todo esto, los aficionados del otro lado del océano vuelven a disfrutar de su fútbol, el fútbol argentino y de todo el continente les debe mucho y más, por todo los aficionados albicelestes gritan cada vez qe les ven: ¡Que bueno que volviste!.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario