12/6/09

Blanc, un genio que concederá muchos más de tres deseos

Famoso por besar la cabeza de su compañero Fabien Barthez como muestra de buena suerte durante el mundial de 1998; trotamundos que destacó en todos los equipos por los que pasó: SCC Napoli, AJ Auxerre, Barça, Olympique o Manchester; autor del primer “gol de oro” de las prorrogas; defensa que marcó la época más brillante del combinado francés; y, actualmente, entrenador del Girondins Bourdeaux, o lo que es lo mismo, entrenador del equipo que ha destronado en Francia al Olympique de Lyon tras siete años de absoluta dictadura y, que una década después, vuelve a proclamarse campeón.

Pero la realidad es que el técnico francés, de 43 años de edad, no solo ha destronado al equipo de Lyon siete temporadas después, también ha mostrado el mejor fútbol, con diferencia, de toda la primera división francesa, un saber estar admirable y una enorme capacidad para sacar adelante los momentos más complicados de la temporada.
El bloque liderado por el genial, excelente, magnifico, espectacular... ¡Gourcuff!, ha sobrepasado en el último tercio de la temporada a todos los demás aspirantes al título. El líder del equipo es Gourcuff, pero llegar a la consecución de este campeonato no es, evidentemente, obra y milagro del mediapunta francés. Blanc ha tardado dos temporadas en montar un equipo altamente competitivo, partió de nada y ha finalizado mirando la clasificación desde lo más alto, le dieron un equipo que prácticamente vivía en los suburbios y la mediocreidad de la tabla y lo ha transformado en un equipo campeón.
El portero Ramé ha ejercido de capitán en todo momento, es el que más y mejor sabe lo que es este equipo y la complicidad de la afición con el club, y ha logrado transmitírselo a todos sus compañeros.
Benoit Trémoulinas, la gran sorpresa de la temporada, ha logrado consolidarse en el lateral zurdo de la defensa, y el gran estado de forma de Evra o Clichy y la calidad y seguridad de Abidal, evitan, de momento, la convocatoria de Raymond Domenech.
Además de Trémoulinas, el centro de la defensa ha rallado a gran altura durante toda la temporada, Souleymane Diawara y los franceses Chalmé y Planus dieron la seguridad que la defensa añoraba y la veteranía de Franck Jurietti ha ayudado en los momentos más complicados de la temporada.
La manija del centro del campo pertenece casi exclusivamente a Gourcuff, pase, enorme visión de juego, perspectiva, llegada al ataque, ejecutante a balón parado, capacidad de mando y distribución… mil genialidades del mejor jugador del campeonato; pero siempre con la colaboración de un guardaespaldas, Alou Diarra, un “stopper” que roba, roba y roba para repartir a los demás, y que ha liberado de responsabilidades y problemas defensivos a sus compañeros. El brasileño Wendel (7 goles) y el rapidísimo extremo Bellion (también 7 goles) colaboraron excelentemente para dar balones a los puntas, gracias a las subidas constantes por la banda.
Arriba, tras varias temporadas juntos, explosión del marroquí Chamakh y el argentino Cavenhagui. Excepcional temporada de ambos, 28 goles y una grandísima compenetración, la velocidad y desmarque de Chamakh, y el remate y posicionamiento del ariete argentino, la combinación perfecta para convertir a un equipo en campeón.

Blanc es el gran artífice de todo, sin embargo solo lleva dos temporadas dirigiendo desde los banquillos. Cogió un equipo con buenos jugadores, pero totalmente destruido, un equipo que no lograba pasar de mitad de tabla, y Blanc le ha transmitido al equipo el trabajo y seriedad que él siempre mostró en el terreno de juego. El club arriesgó, arriesgó por un entrenador joven y sin experiencia en los banquillos, y arriesgó al crear un equipo que girara alrededor de un “niño” de 21 años (¡menudos 21 añitos!), y el que arriesga, trabaja y mantiene una idea firme normalmente obtiene lo que quiere y consigue todos los objetivos deseados.

Pretemporada, es lo más próximo que aparece en el calendario de Blanc, y un futuro muy prometedor e impredecible. Prometedor porque la base es magnífica, Laurent Blanc continuará al frente del club, y trabajará por tercera campaña con el mismo equipo, un equipo relativamente joven, con pequeñas modificaciones, y que mantendrá a la gran mayoría de los futbolistas campeones. Grandísima la confirmación de que Gourcuff continuará en el proyecto de Blanc, ya que el club ejerció la opción de compra de la que disponía, 15 millones ha costado la continuidad del que maneja el timón en el terreno de juego, aunque le pretendían varios grandes clubes de todo el continente europeo. Por todo esto, el buen juego, el trabajo y una gran labor parecen garantizados, toda una garantía de continuidad y éxito.
Impredecible porque habrá que ver si una plantilla, que también tiene muchos límites y que debería ser mayor en dimensión y banquillo, logra aguantar toda una temporada más comprimida en cuanto al calendario y en la que disputará tres competiciones de alto prestigio. Habrá que ver el nivel del equipo y la explosión de los componentes de la plantilla en el panorama europeo. Habrá que ver las bajas y las altas: un portero, dos refuerzos en defensa, varios jugadores en el centro del campo y un delantero es lo que debería fichar el club y ya lo ha pedido el “mister” Blanc; Chamakh despierta una enorme expectación por la gran temporada que ha llevado a cabo, y equipos como el Arsenal le quieren para la próxima temporada.
Trabajo, mucho trabajo le espera a Laurent Blanc durante todo el verano para retocar un equipo que afrontará nuevos y bonitos retos, mirará por conseguir objetivos renovados y que tendrá la presión de mantener el título conquistado y la supremacía, pero confío totalmente en Laurent Blanc: un joven genio que ya ha abandonado la lámpara mágica y que volverá a conceder deseos, muchos más de tres deseos.

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